viernes, 4 de junio de 2010

MIRADA ROTA (óleo 60 x 60 cms.)




HISTORIA
-Al principio era un hombre normal. Cariñoso, delicado, amable, y tenía esos detalles que lo hacían un hombre sumamente interesante.
Un día, al volver del trabajo, y bajo los efectos del alcohol, él inició una discusión absurda.
-De los gritos pasó a las manos. Le rompió el labio superior de un puñetazo.
-Ahí se acabó aquel día la disputa. Solo fue el primero de muchos golpes.
Con el paso de los días, él se volvió mas huraño. Estaba siempre de mal humor, y cualquier motivo era bueno para iniciar una disputa en la que ella siempre tenía la peor parte. Lo curioso era, que ella aún lo amaba.
Aquel mediodía todo se complicó. Tras la protesta inicial por un exceso de sal en la comida, siguieron una serie de insultos sobre lo mal ama de casa que era y sobre su inutilidad para contentarlo. Por error, ella se defendió de los ataques de su marido. La ira ciega de un hombre que no merece ser llamado así, hizo que le golpeara sin compasión una y otra vez sin piedad alguna. A pesar de todo, ella se levantó del suelo malherida y con los ojos llorosos le imploró compasión. A cambio él le lanzó al rostro una figura de mármol tallado. Afortunadamente reaccionó a tiempo para esquivar el impacto, que fue a dar en la ventana de cristal, la cual se rompió en mil pedazos. Acto seguido y de un portazo, él se marchó.
-fue entonces cuando ella decidió que ya había aguantado demasiado. Se acercó a la ventana, y miró a través de los cristales rotos. Por mucho que lo quisiera, se dio cuenta de que ya no era aquel hombre del que se había enamorado.
Con cada una de las lágrimas que derramaba, se iba escapando todo lo bueno que en los últimos años había compartido con él. Sus noches de pasión junto a él, sus fines de semana en la playa, sus caricias a la luz de la luna…
-Ahora solo podía sentir el dolor de una mujer maltratada, que tenía la oportunidad de huir. Salió de su casa para ir al hospital, después fue a la policía donde un agente le ayudó a poner la denuncia correspondiente, y solicitó una orden de alejamiento. En sus ojos solo se podía vislumbrar una mirad rota, como roto estaba su mundo. Como roto estaba su corazón.
-Pero se sintió viva de nuevo. Solo se trataba de empezar de cero.

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